La música tiene el poder de conectar generaciones y preservar la memoria cultural. El proyecto Músicas Memorables, que se ha desarrollado durante varios años en España y llega a Chile por primera vez este 2024, busca conectar lo tradicional con lo contemporáneo y poner en valor los recuerdos y el patrimonio musical de nuestros adultos mayores.

A lo largo de varias semanas, los artistas Christian Fernández Mirón (España) y Flavia Introzzi (Argentina) recopilaron las historias, los recuerdos y las melodías populares de un grupo de trabajadores jubilados de la construcción y de arpilleristas de la Casa de la Mujer de Huamachuco, en la comuna de Renca. A partir de esos materiales, Fernández Mirón e Introzzi trabajaron con la cantante chilena Niña Tormenta y el productor Yaima Cat en la composición de versiones y músicas inéditas que se mostraron al público en un concierto celebrado a finales de julio en el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago). 

UN ESPACIO DE ESCUCHA PARA LAS PERSONAS MAYORES
Además de recuperar una parte de su pasado, el concierto fue también una oportunidad para reflexionar sobre cómo la memoria y la música pueden unir a las personas. “Hemos pasado tiempo con estos grupos de mayores, recogiendo sus testimonios, cantando, jugando y generando ese acervo de canciones y anécdotas que construyen sus biografías. Son tan importantes las canciones como las anécdotas que las acompañan”, señaló el músico, artista y educador Fernández Mirón. “Es un espacio de escucha, de diálogo, de acompañamiento. Muchos de los participantes nos dicen que en la vejez hay mucha soledad no deseada. La sociedad, por lo general, incorpora a las personas mayores mucho menos de lo que se debería”, agregó Introzzi, gestora cultural y responsable de la plataforma hablarenarte.

Músicas Memorables nació en España hace más de un lustro y ha recorrido distintas ciudades, como Madrid, Valencia o Pamplona. Ahora, el proyecto celebra su primera versión internacional gracias a una residencia en el CCESantiago. 
Para Natasha Pons, responsable de Artes Visuales del CCESantiago, el proyecto transforma el tiempo vertiginoso de la productividad del arte en tiempos de escucha. “Pone en el centro a las personas y nos conecta con los relatos y las historias de nuestras abuelas y abuelos, nuestros padres y madres”, añade.