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Los shocks climáticos, la COVID-19, los conflictos, y más recientemente, la guerra en Ucrania, confluyen en la crisis de seguridad alimentaria a la que se enfrenta el planeta y que tiene en el Sahel y el Cuerno de África uno de sus epicentros. Para hablar de cómo se puede atajar esta crisis y escuchar las prioridades desde el terreno, el director de la AECID, Antón Leis, se reunió el viernes pasado en Casa África con los representantes diplomáticos de algunos de los países más afectados por esta crisis de seguridad alimentaria. 

Durante el seminario, debatieron sobre el nexo ayuda humanitaria y desarrollo; los efectos del cambio climático y su reflejo en la inseguridad alimentaria; los retos demográficos y la falta de oportunidades de jóvenes en la región; y el impacto de la inseguridad alimentaria sobre las mujeres y el rol de estas para atajar el problema, entre otros temas.   

El seminario se celebró el mismo día del anuncio del Plan de Choque contra la seguridad alimentaria en el Sahel, Cuerno de África y Yemen lanzado por el presidente del Gobierno, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y la propia AECID, y canalizado a través del Programa Mundial de Alimentos. 

En el encuentro se dieron cita, además del director de la AECID, los embajadores de Mauritania, Mali, Sudán y Yemen; representantes diplomáticos de las Embajadas de Etiopía, Sudán del Sur y Níger en París, así como representantes de las ONG Acción contra el Hambre y Ayuda en Acción, que aportaron la visión del trabajo con la AECID en el terreno, incluyendo la búsqueda de soluciones de impacto e innovadoras.  Asimismo, participó el Embajador de Ucrania, dado que este país ha lanzado con el apoyo de España y otros países una iniciativa humanitaria para hacer llegar grano ucraniano a los países más afectados por la crisis alimentaria. Ucrania, junto a Rusia, es responsable de un tercio de la producción mundial de trigo y cebada, de una quinta parte de la producción mundial de maíz y de la mitad de la producción mundial de aceite de girasol.

Para el director de la AECID, contrarrestar la crisis de seguridad alimentaria es clave para la Cooperación Española. "Desde la Agencia -dijo- lo consideramos un asunto de máxima prioridad y de hecho vamos a incrementar los fondos dedicados a combatir la crisis con nuestros países socios y sus poblaciones más vulnerables, tanto en nuestra acción humanitaria como en nuestras iniciativas de desarrollo, apostando por una visión integral que apueste por la lucha contra el hambre, la construcción de sistemas agroalimentarios resilientes y sostenibles y la adaptación climática".