La crisis de Siria se ha convertido en una de las mayores emergencias humanitarias de nuestra era.  Sigue generando necesidades incomparables tanto dentro del país como en los países vecinos, y sigue siendo una de las emergencias humanitarias más complejas del mundo.

El conflicto dentro de Siria se caracteriza por hostilidades en curso que alcanzan cientos de miles de víctimas mortales, desencadenando una crisis de desplazamiento insondable, y llevado a la destrucción generalizada de infraestructuras civiles y agrícolas, incluidos hogares, escuelas, instalaciones sanitarias, sistemas de abastecimiento de agua y riego. En 2023, se estima que más de 15,3 millones de personas requieren asistencia humanitaria, la cifra más alta desde que comenzó la guerra. Estas condiciones se han visto agravadas debido a las consecuencias de la guerra de Ucrania.

El empeoramiento de los niveles de vida y el aumento de las estrategias de enfrentamiento negativo, han llevado a segmentos adicionales de la población a desarrollar necesidades de salud física y mental potencialmente mortales. Las tasas de malnutrición siguen aumentando y el trauma mental está generalizado y subestimado, pero seguramente tendrá implicaciones a largo plazo en todos los grupos de población.

Más de 10 millones de personas, incluyendo los refugiados sirios registrados y los miembros de la comunidad de acogida afectados, necesitan apoyo en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía.

Esta crisis se ha caracterizado por violaciones recurrentes del Derecho Internacional Humanitario y por el incumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad. Se han constatado ataques a infraestructuras civiles (incluidos hospitales y escuelas), a trabajadores humanitarios o a campos de desplazados por todas las partes del conflicto. 

Siria es un contexto prioritario de intervención humanitaria, como se recoge en la Estrategia Humanitaria para la crisis regional siria 2022-2023, que la define como una crisis regional con implicaciones en los países vecinos. En esta estrategia, se establecen como sectores prioritarios del trabajo humanitario, el apoyo a personas con discapacidad por las heridas o lesiones sufridas como consecuencia directa o indirecta de la guerra, apoyo multisector a través del fondo humanitario de OCHA y protección a los refugiados sirios en el Líbano. Asimismo, seguimos avanzando en proyectos de rehabilitación temprana de servicios sociales básicos que fortalecen la resiliencia y los medios de vida de la población siria.

En el marco diplomático, en AECID trabajamos por la renovación de la Resolución del CSNU relativa a la ayuda transfronteriza y la ampliación de los puntos de entrada, así como para el refuerzo de la ayuda entre líneas de frente.

Por otro lado, ante la emergencia provocada por el terremoto que en febrero de 2023 afectó el noroeste de Siria, se puso en marcha un operativo de respuesta directa valorado en 2,2M€, sólo para Siria. No pudo desplegarse el Hospital START en Siria puesto que no puede ser desplegado en zonas de conflicto armado.