Mapa del Perú
La Biblioteca Hispánica (AECID) cuenta con una copia de este mapa, formado por 37 hojas (5 de las 32 hojas base tienen parte A y B).
Este mapa es obra del historiador y geógrafo Antonio Raimondi (Milán, 1824-San Pedro de Lloc (Perú), 1890).
Un subsidio asignado por el Congreso del Perú permitió a Raimondi organizar cuatro viajes mediante los que recorrió, durante más de diez años, el territorio peruano.
Con el material recopilado, este Mapa del Perú, el primero sobre el país a escala 1:500.000 y con ese nivel de detalle técnico, fue realizado en París, entre 1887 y 1897, con un lento proceso de revisión, corrección e impresión. El taller elegido fue el especializado de los hermanos Ehrard. La Sociedad Geográfica de Lima se encargó de la publicación y difusión del Mapa.
Raimondi siguió la metodología cartográfica propia de su época, segunda mitad del siglo XIX, que se dividía en tres grandes etapas:
Presenta el relieve del terreno mediante tramas de líneas paralelas que definen un “sombreado” que indican diferentes grados de volumen.
La capa de signos que se superpone a este lenguaje formal que representa la topografía, nos ofrece información sobre la mayoría de accidentes geográficos registrados y representados, así como el nombre de poblados, caminos, ríos, regiones y las divisiones geopolíticas. También nos presenta datos en forma de símbolos, que indican las misiones abandonadas, ruinas, puentes, líneas ferroviarias, minas, vías proyectadas y las fronteras.
Lo primero que llama la atención del mapa es el tamaño, pues consta de 32 partes de 59 x 70 centímetros cada una, con una imagen total de 472 x 490 centímetros, unas grandes dimensiones a partir de partes muy complejas.
El Mapa no contiene ningún ornamento ni emblemas en sus márgenes, tanto en su configuración total como en cada una de las partes (fojas) que lo conforman. Cada foja presenta un delgado marco dividido en pequeños segmentos iguales, de los cuales, cada cierta distancia, se proyectan líneas ortogonales hacia el interior de la imagen, generando la retícula que abarca toda la imagen y que funciona como un plano posterior general.
En la parte inferior de cada foja aparece el conjunto de signos convencionales y su respectiva descripción acerca de lo que representan. Estos signos se despliegan por toda la imagen total demarcando grandes áreas de manera lineal o rellenando otras con colores y texturas.
La composición de los signos convencionales está diagramada por ocho columnas a lo largo de todo el margen inferior de cada foja. .
Este mapa es obra del historiador y geógrafo Antonio Raimondi (Milán, 1824-San Pedro de Lloc (Perú), 1890).
Un subsidio asignado por el Congreso del Perú permitió a Raimondi organizar cuatro viajes mediante los que recorrió, durante más de diez años, el territorio peruano.
Con el material recopilado, este Mapa del Perú, el primero sobre el país a escala 1:500.000 y con ese nivel de detalle técnico, fue realizado en París, entre 1887 y 1897, con un lento proceso de revisión, corrección e impresión. El taller elegido fue el especializado de los hermanos Ehrard. La Sociedad Geográfica de Lima se encargó de la publicación y difusión del Mapa.
Raimondi siguió la metodología cartográfica propia de su época, segunda mitad del siglo XIX, que se dividía en tres grandes etapas:
- Primera etapa. Anteproyecto. El topógrafo planificaba a priori los puntos del terreno que se iban a medir y que se quiere representar de forma cartográfica.
- Segunda etapa. Trabajo de campo. Consistía en la recolección de datos tanto numéricos (coordenadas, distancias, ángulos y alturas) como visuales (los paisajes que se registran como apuntes y dibujos, también llamados vistas topográficas). Éstos datos determinan, además de las coordenadas sobre la superficie de la tierra, los puntos de referencia para la georreferenciación de otros mapas.
- Tercera etapa. Trabajo de gabinete. Con toda la información requerida, reunida y ordenada se inicia el proceso de trazar el mapa propiamente dicho.
Presenta el relieve del terreno mediante tramas de líneas paralelas que definen un “sombreado” que indican diferentes grados de volumen.
La capa de signos que se superpone a este lenguaje formal que representa la topografía, nos ofrece información sobre la mayoría de accidentes geográficos registrados y representados, así como el nombre de poblados, caminos, ríos, regiones y las divisiones geopolíticas. También nos presenta datos en forma de símbolos, que indican las misiones abandonadas, ruinas, puentes, líneas ferroviarias, minas, vías proyectadas y las fronteras.
Lo primero que llama la atención del mapa es el tamaño, pues consta de 32 partes de 59 x 70 centímetros cada una, con una imagen total de 472 x 490 centímetros, unas grandes dimensiones a partir de partes muy complejas.
El Mapa no contiene ningún ornamento ni emblemas en sus márgenes, tanto en su configuración total como en cada una de las partes (fojas) que lo conforman. Cada foja presenta un delgado marco dividido en pequeños segmentos iguales, de los cuales, cada cierta distancia, se proyectan líneas ortogonales hacia el interior de la imagen, generando la retícula que abarca toda la imagen y que funciona como un plano posterior general.
En la parte inferior de cada foja aparece el conjunto de signos convencionales y su respectiva descripción acerca de lo que representan. Estos signos se despliegan por toda la imagen total demarcando grandes áreas de manera lineal o rellenando otras con colores y texturas.
La composición de los signos convencionales está diagramada por ocho columnas a lo largo de todo el margen inferior de cada foja. .
Imagen 1
Antonio Raimondi, su escritorio portátil y materiales de documentación.
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